Debates y conferencias

El escenario, un arma contra el olvido

En los últimos treinta años el mundo de las artes escénicas ha sufrido cambios profundos. Los medios de comunicación cada vez más rápidos, la televisión, Internet, la información pensada como espectáculo, el culto a la rentabilidad y el trastorno de los  valores éticos han afectado al mundo de las artes escénicas.

Observar el actual panorama teatral me ha llevado a estructurar una serie de consideraciones que son el objeto de unas intervenciones que, así lo espero, podrían provocar un debate que juzgo tan urgente como necesario. 

Desde aquellas mis  primeras creaciones  durante la Barcelona del fin

de  la  dictadura  franquista  a la actualidad,  una cierta  tendencia del

arte a privado la creación artística  de sus uñas   y su fuerza, reducién-

dola, la mayoría de las veces, a un puro producto de consumo del que

se puede decir lo mismo que de un niño obediente: no molesta.

No propongo un método de interpretación ni  de creación teatral porque el problema no es  encontrar una solución estética,  sino  determinar y analizar lo que ocurre antes de subir al escenario, porque forzosamente tiene que existir una  relación entre  el escenario  y el mundo en el que vivimos.  Esa es la pregunta, ¿qué ocurre  fuera del escenario?  Los artistas se nutren  de la realidad cotidiana desde la enseñanza recibida en la infancia, pasando por los juegos, la representación del mundo y, claro está,  su formación como  profesionales de las artes escénicas.

Es trabajando  nuestro entorno y todos los aspectos que están fuera del escenario que las artes escénicas puede encontrar respuestas a los retos que la actualidad plantea.

Soy actor, narrador, director teatral y autor, y es a partir de mi experiencia como profesional de las artes escénicas que propongo este debate. Invito a mis colegas, profesionales de las artes escénicas, a observar nuestro trabajo desde otra perspectiva. Me dirijo también al público que ha sido reducido a la condición de consumidor, de cliente, y con quien debemos contar,  porque su participación es determinante en todo proceso de creación artística.

Alberto García Sánchez